Lácteos
Cuando hablamos de lácteos casi todos pensamos en vacas, pero hay otras mamíferas como las ovejas, las cabras o las burras que también son explotadas por su leche.
Nos vamos a centrar en las vacas por ser las más explotadas en número y en intensidad.
Las vacas son inseminadas artificialmente por primera vez a los 14 meses, se hace mediante inseminación para controlar mejor los ciclos y no perder así el tiempo y el consecuente gasto de mantenimiento de un animal que no produce. Para inseminar a una vaca se introduce un catéter por su vagina, este catéter es dirigido por el operario que introduce su brazo por el recto de la vaca. Este proceso es incómodo y doloroso para el animal, por ello se le inmoviliza y se impide cualquier intento de huida mediante inmovilización física y/o castigo.
La gestación dura nueve meses, tras los cuales la vaca es aislada del resto para que no le molesten y no haya problemas en el parto, madre e hijo tan sólo permanecen juntos unos minutos, tras los cuales y entre alaridos y llamadas mutuas son separados para siempre. El ternero no mamará la leche de su madre sino que irá a unas casetas de engorde donde permanecerá entre 4 y 11 meses en los que apenas podrá moverse para que su carne no endurezca y después será enviado a matadero.
La madre estará diez meses dando leche, pero a los tres meses de parir vuelve a ser inseminada, para que de este modo el ciclo no pare nunca, una vaca lechera tiene aproximadamente un parto cada 12-13 meses.
Las vacas no necesitan ser ordeñadas, ya que su producción está destinada a su hijo y es este el que mediante la lactancia la va a regular; en el caso de las granjas lecheras mediante el ordeño y la selección genética se han conseguido animales capaces de producir 40 litros al día, cuando hace 40 años el máximo de producción eran 20 litros. El exceso de ordeño produce inflamación y posterior infección de las mamas, por lo que la industria láctea permite que un gran porcentaje de la leche contenga pus, ya que es inevitable que así sea.
Una vaca lechera tendrá 5 ó 6 hijos a lo largo de su vida y será enviada al matadero, exhausta, agotada y mentalmente destrozada. Las vacas son animales sociales que mantienen el vínculo materno-filial de por vida, conviven junto a sus hijos toda su vida, y pueden llegar a vivir 30 años. En la industria con 6 ó 7 años dejan de ser útiles, sus cuerpos están agotados y empiezan a tener problemas para quedar embarazadas y para llevar la gestación a término, también tienen problemas de infecciones crónicas en sus mamas que hacen que su producción de leche no sea la requerida por la industria.
Aporte nutricional
El consumo de lácteos está directamente relacionado con la presencia de osteoporosis, os dejamos datos que corroboran esta información:
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La incidencia de osteoporosis es menor en los países que menos productos lácteos consumen, y el aumento es directamente proporcional cuantos más lácteos se consumen.
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Los países donde más leche se consume es Suecia, Finlandia, Suiza y Holanda, y es donde más elevada es la incidencia de osteoporosis. En países donde se consume muy poca leche, como Congo, Guinea, Togo, Liberia, Ghana, Camboya,etc., la osteoporosis es extremadamente rara.
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La incidencia de osteoporosis en mujeres asiáticas es mucho menor en las que viven en Asia que en las que viven en USA y han adoptado sus hábitos alimenticios.
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Exactamente igual ocurre con las mujeres bantú y demás africanos. Hay poblaciones afroamericanas que incorporan la leche, pero no a los niveles de consumo del resto de USA, y es menor la proporción en cuanto a fracturas de cadera. No existe justificación genética.
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En Grecia se aumentó a casi el doble el consumo de leche entre 1961 y 1977 y se dobló la incidencia de osteoporosis.
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En Hong Kong se dobló el consumo de lácteos entre 1966 y 1989, y se triplicó la incidencia de osteoporosis.
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La osteoporosis aumenta de forma espectacular en las personas que sin haber tomado nunca leche animal empiezan a tomarla, como se demuestra en un amplio estudio llevado a cabo en China y Taiwan.
Alternativas
Leche:
Hoy en día existen en el mercado multitud de bebidas vegetales, desde las clásicas bebidas de soja en sus infinitas variedades, con azúcar añadida, sin azúcar, light, con vainilla, cacao, café, etc., hasta las nuevas variedades de alpiste o sésamo, pasando por las más conocidas de arroz, avena, avellana, coco o almendra.
También tenemos la opción de elaborarla nosotros de manera muy sencilla.
Quesos:
Cada vez son más las variedades de quesos vegetales que encontramos en el mercado, y ello es debido a la sencillez de su preparación con bases como aceites vegetales y almidones a las que se pueden añadir infinidad de sabores y texturas. También existen quesos vegetales más elaborados pero su elaboración siempre será más sencilla y económica que el queso «tradicional» con todo lo que supone mantener a una vaca, deshacerse de los terneros, el ordeño y los demás procesos que acompañan a la elaboración de los quesos de origen animal.
Yogures:
Al igual que leches o quesos, la variedad de yogures vegetales en el mercado es cada vez mayor.
Todos los productos lácteos de origen vegetal tienen niveles bajísimos de colesterol, y una menor cantidad de grasas saturadas nocivas para la salud. Siendo las leches vegetales las que marcan más la dieferencia frente a su versión de origen animal, ya que la presencia de grasas es prácticamente nula, las alergias o intolerancias a sus componentes son ínfimas comparadas con la intolerancia y alergia a la lactosa, y además no presentan componentes que produzcan inflamación ni mucosidad.