Fecha llegada: 7-12-19

Cocoro vivía en un terreno junto a otras gallinas donde las tenían por sus huevos. Un día los perros que convivían con ellas la atacaron, afectando a la mitad izquierda de su cráneo, las mordeduras fracturaron el hueso y le causaron una terrible infección. Pasados varios días, alguien al verla la llevó de urgencias a una clínica donde quedó ingresada con muy mal pronóstico. En la cirugía retiraron los hueso de cráneo y el ojo afectado, el pronóstico era grave, pero Cocoro sobrevivió.

Al salir de la clínica se fue con un grupo de gallinas donde no terminaba de integrarse, cuando nos propusieron que viniera teníamos algo de miedo por sus problemas de visión y de adaptación anteriores, sin embargo al llegar no mostró ningún miedo, y se ha convertido en la más atrevida.

Cocoro es una gallina valiente y osada, siempre es la primera en venir a pedir comida y la podemos ver tomando el sol o junto a su gran amiga Susana.

“Si hay alguien con suerte en esta vida es la menda, cuando te quitan medio cerebro y un ojo parece que el mundo se acaba y lo que menos esperas es que sea el comienzo de tu nueva vida, ahora sí, una vida llena de mimos, cuidados y compas supermajos.”