Richelieu
Fecha llegada: 19-12-2020
En pleno diciembre aparece un gatito esmirriado solo por el monte y pegado a nuestra finca… Alber no pudo dejarle ahí solo, estaba muy parado, acostado entre la hierba y en cuanto le vió, comenzó a seguirlo hasta casa. Se quedó en el baño para pasar la cuarentena, cuando llegó estaba muy bajito de peso y desnutrido, con un cansancio extremo y pasó varios días durmiendo, además sus maullidos roncos y sus estornudos nos hacían pensar en cuántas noches habría pasado bajo cero, sus huesos marcados y su voracidad al comer, en el hambre que habría pasado y su tranquilidad ante nuestra presencia nos hace pensar en la basura «humana» que le falló, dejándole tirado en el campo frente a una muerte lenta y agónica pero segura. A día de hoy es un gato feliz y muy especial, el más inquieto y descarado de todos, sin miedo a nada, un gamberrillo adorable de nariz chata.
“ Mi nombre es Richelieu aunque me llaman Richie y aunque llegué bastante paradito recuperé las fuerzas y no he parado desde entonces, me encanta disfrutar de las cosas buenas de la vida : jugar, dormir y COMER”