Sua
Fecha llegada: Julio 2018
Aquella gatita tímida de pelo largo y color fuego que llevaba meses viniendo a vernos ese verano nos trajo un «regalo», bueno… dos.
Hacía meses que la veíamos merodear y le dábamos de comer, ella iba y venía hasta que un día nos trajo a sus bebés, Lur y Haizea, con tan solo un mes de vida ambos estaban llenos de pulgas, parásitos intestinales y con conjuntivitis.
Los pequeños a penas podían abrir los ojos, les tratamos y curamos mientras cuidábamos de ella.
Actualmente Sua sigue viviendo fuera aunque pasa la mayor parte del día dentro de casa y merodeando por la entrada, sigue siendo muy asustadiza pero no pierde ocasión para pedirnos comida y chuches.
Esperamos que un día no muy lejano confíe al fin al 100% en nosotros, aunque de momento tratamientos preventivos sí podemos aplicarle. Eso sí, Sua tiene una fijación con dar amor a las gallinas, se pasea y se restriega con ellas como si le fascinaran tanto como a su humana.
«No sé qué pasa en esta casa llena de gentes, pero me siento bien, segura y a gusto, y aquí nunca me falta agua, comida, ni una gallina a la que dar mimos».