Fecha llegada: 28-2-20

Una vez más un ave aparece vagando por una calle con riesgo de ser atropellada. En este caso quienes la encuentran ven a un señor con un huerto y le preguntan si es suya; el señor les dice que sí pero que está harto de que se escape, que ya son varios días y que va a tener un accidente y darle problemas. Muy enfadado les dice que si lo quieren que se lo lleven o le va a matar, porque encima es macho y ni siquiera da huevos.

Los chicos en ese momento deciden llevárselo sin saber muy bien qué hacer con este pequeño, en seguida encontraron nuestro contacto y nos escribieron. Les pedimos analíticas para ver que estuviera bien porque estuvo muy tranquilo con ellos, y cuando en las analíticas todo salió bien nos lo trajeron.

Wakame nada más llegar hizo alarde de su grandeza, abriendo sus plumas y emitiendo un ruido muy característico de esta raza (pato mudo o muscovy). Se pavoneó por todo el recinto para terminar conquistando a Patata de la que no se separa. No peleó con nadie y es bastante tranquilo y bonachón con todo el mundo.

“¡Pato a la naranja! ¡con patatas! ¡al horno te voy a meter! No sabéis la presión que es saber que tu futuro está en una olla… menos mal que cansé tanto al señor Mariano que lo que más quería de mí era tenerme lejos, le daba pereza hasta comerme. Es la suerte de los tozudos como yo, que o te matan en un pronto o te despachan con el primero que pasa, ¡suerte la mía!”